Si tú no estás
Si tú no estás, nada tiene sentido
no hay aire, no hay lluvia, no hay sol
no hay risas, no hay gritos ni llantos,
no hay día, no hay noche, no hay tiempo
no hay nada si falta tu aliento.
Si tú no estás,
no hay aves, ni cantos, ni flores
no hay peces, no hay ríos, ni mares,
no hay música, ni cantos, ni versos
no hay nada si faltan tus besos.
Si tú no estás
no hay selvas, ni bosques, ni valles
no hay campos, no hay pueblos ni calles,
no hay lomas, montañas no hay llanos
no hay nada si faltan tus manos.
Si tú no estás
no hay olas, no hay playas, no hay faros
no hay redes, no hay conchas de nácar,
no hay velas no hay barcas, ni puertos
no hay nada si falta tu cuerpo.
Si tú no estás
no hay mañanas no hay tardes
no hay frío ni fuego que arde,
no hay suspiros, sollozos ni penas
no hay luna ni estrella ni cielo
no hay nada si falta tu pelo.
Si tú no estás
no hay luces, ni sombras, ni eco
no hay dobles, ni mentiras ni aciertos,
no hay lugares, no hay sitios ni prisa
no hay nada si falta tu risa.
Colaboración de Elkin Arturo Tarapuez
Colombia
Cómplices
Ratos ingratos de pasión
que en mi soledad me atosigan,
las caricias hacen eco
en estos muros blancos.
Del suelo brota una cama improvisada,
un cartón y unas sábanas mojadas.
Las huellas de tus manos siguen
en las paredes y en mi cuerpo.
Recuerdo las siestas clandestinas
tardes soleadas con aroma a sexo
paseando por las nubes y en tu pecho
después de una charla corporal.
Cómplices son estás paredes blancas
que nos guardan un trozo de intimidad
que guardan la tibieza de nuestra humedad,
cómplice, ahora ausente tu virilidad.
Cómplice esta cama improvisada
que amortiguó tanto lujo de violencia
que hoy sólo carga lo pesado de tu ausencia
y a este deseo lleno de melancolía.
Colaboración de Alicia Dulcinea
México
Mi amigo Angel
Yo me encontraba sola,
sin nadie en quien confiar.
No creía en nada,
mucho menos en el valor de la amistad.
Pasaba por un mal momento
mi alegría se trasformaba en llanto.
Mi corazón se fue desilusionando.
No sabía que estaba pasando.
Mucho tiempo estuve
Pensando, ¡que seria de mí!
Rezé por mucho tiempo,
solo pedía un amigo, alguien para mí.
Luego pasó algo raro,
algo peculiar.
Conocí a este chico
que tenía algo particular.
Él tenía algo que me hacia pensar,
tal vez su cara de ángel,
o su ternura al caminar.
No eran cosas de alguien tradicional.
Desde aquel día supe,
que tenía enfrente alguien especial.
No sé si era su sonrisa
o solo su forma de pensar.
Lo fui conociendo,
comencé una amistad.
Poco a poco fui entendiendo:
Él es mi ángel hecho verdad.
¡Es un milagro!
Ese amigo que tanto deseaba.
No lo podía creer,
al frente mío se encontraba,
Él me ayudo a seguir,
me decía: “yo estoy aquí para ti”.
Me hizo entender que no todo era feliz,
que por más que quisiera, así era el vivir.
Colaboración de Veronica Montes
Puerto Rico
Recuerdos
Después de lo que pasó,
volví a entrar a tu habitación,
ya no estabas y no ibas a estar,
me senté en tu cama
y me puse a recordar,
cuando escuchabas la radio
antes de irte acostar
me di cuenta cuanto te quería
y empecé a llorar.
Después de lo que pasó,
volví a entrar a tu habitación,
y descubrí que triste estaba todo
lo que se quedó.
Las cortinas no son las mismas,
parecen que le faltara color
y esa radio que no suena,
porque calla de dolor;
y mi corazón no me engaña
se que todavía sigues aquí
porque amigo siempre estarás conmigo
aunque te hayas ido
en una noche gris.
Colaboración de Andrea de Caseros
Argentina
No hay comentarios:
Publicar un comentario