Capítulo 65
Don Antonio que había perseguido al Caballero de la Blanca Luna hasta un mesón descubrió que en realidad era el bachiller Sansón Carrasco que quería que don Quijote volviese a casa a curarse de su locura. Don Antonio al oír esto le dijo que era tonto ya que quería curar de la locura al loco más gracioso que hay en el mundo, pero que no le diría nada de eso a don Quijote para que así cumpliera su palabra.
A los pocos días del vencimiento don Quijote y Sancho volvían a su pueblo ya que debía de cumplir su palabra. Don Quijote iba a caballo y Sancho andando ya que el asno llevaba las armas de don Quijote.
Capítulo 66
Al pasar por el lugar donde don Quijote fue vencido recuerda el momento de su vencimiento y se entristece. Sancho al oír a don Quijote le intenta consolar diciéndole que él estaba contento a pesar de que ya no era gobernador de ningún sitio.
De camino Sancho se quejo durante unos cuantos días de tener que ir caminando porque las armas las tenía que llevar su asno, Sancho sugirió que deberían colgar las armas en un árbol para poder así aligerar peso. Don Quijote le regaña efusivamente ya que según él las armas no le habían hecho ningún mal servicio.
Al cabo de unos días encontraron a dos vecinos que se habían sentado en una carrera solo que uno era excesivamente más gordo que el otro. El gordo le exigía al delgado que se pusiera un sobrepeso en el cuerpo para que así la carrera estuviese igualada. Sancho al oír esto dijo que entonces porque no se quitaba el gordo un equivalente en kilos para que la carrera estuviese igualada.
De camino a casa don Quijote y Sancho se encontraron a Tosilos el cual les contó todo lo que había sucedido en la casa de los Duques en ausencia de don Quijote y les ofreció comida. Solo Sancho se detuvo un rato a comer algo pero pronto se incorporó su amo.
Capítulo 67
Hablando de amores Sancho explica que no entiende en absoluto que es lo que tiene él que ver con el desencantamiento de Dulcinea pero que se dará los azotes cuando le apetezca.
Al pasar por un prado y ver unos pastores a don Quijote se le ocurre la idea de convertirse en pastores durante el año que tendrá que estar parado. Al decir esto Sancho y el propio don Quijote comienzan a fantasear acerca de cómo iban a vivir siendo pastores y se comienzan a inventar nombres para todos sus amigos. Hablando de ser pastores Sancho y don Quijote comienzan a ponerles a todos sus amigos y parientes unos nombres pastorescos muy extraños y burlescos.
Capítulo 68
En mitad del sueño de don Quijote y Sancho, don Quijote se despierta y le dice a Sancho que sería conveniente que se diera unos azotes a cuenta del desencantamiento de Dulcinea. Sancho se niega una vez más y le dice a su amo que duerma y le deje dormir.
Poco después de esto escucharon un gran estruendo don Quijote y Sancho y al poco rato pasaron por encima de ambos personajes un centenar de puercos. Sancho quiso matar a un par de ellos como venganza, pero don Quijote dijo que se lo tenía bien merecido por haber fracasado como caballero.
Al día siguiente se les aparecieron unos caballeros armados que les obligaron a acompañarles hasta la casa de los Duques.
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